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miércoles, enero 18, 2006

Caperucita Roja políticamente correcta (Primera parte).

Ante la creciente tendencia a lo políticamente correcto, quiero poner mi granito de arena en el camino hacia el ridículo social al que nos vemos abocados.

CAPERUCITA ROJA POLITICAMENTE CORRECTA

Erase una vez una niña de corta edad llamada Caperucita Roja que vivía con
su madre en la linde de un bosque. Un día, su madre le pidió que llevase
una cesta con fruta fresca y agua mineral a casa de su abuela, pero no
porque lo considerara una labor propia de mujeres, atención, sino porque
ello representa un acto generoso que contribuía a afianzar la sensación de
comunidad. Además, su abuela no estaba enferma; antes bien, gozaba de
completa salud física y mental y era perfectamente capaz de cuidar de sí
misma como persona adulta y madura que era.

Así, Caperucita Roja cogió su cesta y emprendió el camino a través del
bosque. Muchas personas creían que el bosque era un lugar siniestro y
peligroso, por lo que jamás se aventuraban en él. Caperucita Roja, por el
contrario, poseía la suficiente confianza en su incipiente sexualidad como
para evitar verse intimidada por una imaginería tan obviamente freudiana.
De camino a casa de su abuela, Caperucita Roja se vio abordada por un
lobo que le preguntó qué llevaba en la cesta.

- Un saludable tentempié para mi abuela quien, sin duda alguna, es
perfectamente capaz de cuidar de sí misma como persona adulta y madura que
es -respondió.

- No sé si sabes, querida -dijo el lobo-, que es peligroso para una niña
pequeña recorrer sola estos bosques.

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