Hoy en clase de inglés hemos tenido una discursión (Dicho de dos o más personas: Examinar atenta y particularmente una materia.) sobre fútbol, cosa que no hacía desde hace muchísimo tiempo porque es muy difícil encontrar a alguien que realmente quiera hablar de fútbol y no de resultados o equípos.
Básicamente solo hablábamos dos, pero parece que era suficientemente interesante como para que el resto escuchara, y a su vez extraño, porque hablábamos del Madrid-Barcelona del próximo domingo y yo soy del Madrid y ella del Barcelona. Si, he dicho ella, y aunque alguno no lo acepte, también hay mujeres que saben de fútbol.
Lo que más me gustó es que ninguno de los dos intentaba convencer al otro, hasta cierto punto lógico siendo seguidores de equipos tan encontrados. Solo hablábamos del tema viendo las diferentes posibilidades, sus consecuencias y recordando la historia de los encuentros entre ambos equípos.
Por fin alguien que ve el fútbol como un deporte (Actividad física, ejercida como juego o competición, cuya práctica supone entrenamiento y sujeción a normas.) y no como un centro de violencia, o como muchas veces ocurre, una excusa para enarbolar la bandera del separatismo (Doctrina política que propugna la separación de algún territorio para alcanzar su independencia o anexionarse a otro país.)
Creo que he recuperado, aunque sea solo un poco, la fe en el fútbol.
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